Llegan con la bonita intención de buscar pareja y perpetuar la especie. Como que construyen sus moradas a golpe de pico, buscan tierras que tengan poca dureza. Yo os presento a una familia que construyó su nido entre los escombros de arena de una fábrica de cerámica; también los podréis encontrar en los taludes que se forman en los cauces de los ríos.
Ved una secuencia fotográfica del noviazgo, la cópula, la alimentación de los pollos y finalmente os muestro al pollo antes de ser capaz de volar y alimentarse por sí mismo.
Un orgulloso macho mostrando su presa. Es su manera de demostrar a su futura pareja de que será capaz de darle seguridad, bienestar y de ser capaz de alimentar a los pollitos. Si de chulear se trata, donde esté una buena colias crocea que se quite un descapotable último modelo.
Una hembra se muestra interesada por un macho y éste, gentilmente, le ofrece un regalito. Si de ligar se trata, donde esté un apetitoso invertebrado que se quite una mariscada.
Como que no sólo se quieren, sino que también se desean han decidido que no hay mejor manera para celebrarlo que apareándose. Si de un buena cópula se trata, nada mejor que hacerlo al aire libre y entre amapolas.
Y claro, no todo será lujuria y desenfreno. Ahora deben demostrar que son unos padres responsables y capaces de alimentar a sus pollitos. Durante las horas de luz, los padres se dedican a cazar y alimentar a sus vástagos. Las idas y venidas al nido son constantes. La nueva generación ha de crecer fuerte y para ello hay que alimentarlos mucho. Los pollos crecen y la casa se está quedando pequeña . Los padres ya no pueden realizar la maniobra de giro dentro del nido y se ven obligados a salir de espaldas. Para abandonar el nido saltan al vacío y recuperan altura con un movimiento rápido de alas. Es un instante lleno de potencia, movimiento y plasticidad. Si de alimentación se trata, donde estén los productos naturales que se quiten los fast food.