Fotografiando aves al vuelo nunca obtienes unos resultados tan perfectos como cuando uno prepara un hide y calcula luces, posaderos y fondos. Pero al congelar aves al vuelo los resultados ganan en improvisación, naturalidad y, además, se añade la incertidumbre de que uno nunca sabe a ciencia cierta cuál será el resultado. Os presento a unos bailarines del cielo.
martes, 16 de octubre de 2007
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3 comentarios:
vaya cole d'ucellots nos presentas! ¿Eres aficionado a la fotografía de naturaleza? jajaja
Que fuerte la historia del gran blanco en la costa brava.
una abraçada company!
Como tú...pillados al vuelo ;)
(ja t'has ampliat la foto tamany poster pel teu menjador?)
Petonets dolços
Ya me acuerdo de tus persecuciones de patos aterrizando jeje.
Puja la daina
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